TESTIMONIOS

nivel de conciencia Glasgow 3
El accidente que sufrió Kenny le dejo en la antesala de la muerte, pero afortunadamente recuperó la conciencia. Sin embargo, el traumatismo craneoencefálico le ha dejado numerosas secuelas a las que se enfrenta diariamente.

KENNY NOYES

¡Hola! Me llamo Kenny Noyes y antes era piloto profesional de motos. El 5 de julio de 2015, siendo Campeón de España de Superbikes, sufrí una caída durante el entrenamiento libre antes de la carrera en Motorland (Alcañiz). No me acuerdo de nada, pero por lo que me cuentan fue una caída brutal con la mala suerte que mi moto impactó contra las protecciones y volvió en dirección opuesta hacia mí. Impacté contra ella y se estima que la velocidad combinada fue de unos 120 km/h.

La vida no se acaba por una enfermedad o una lesión traumática; solo debes descubrir nuevos objetivos que sean alcanzables para ti en tu nuevo estado.

El diagnostico fue severo: traumatismo craneoencefálico grave con fisura en base de craneo, fractura mandibular y multiples lesiones faciales. Debo mi vida a la actuación rápida y eficaz del equipo médico del circuito. Fui transportado en un helicóptero-ambulancia a Zaragoza, a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Estaba en coma profundo (nivel Glasgow 3, el más severo de la escala), tenía además un fuerte golpe en el tórax y temían por el estado de mis pulmones.

Me aseguran que estaba entre la vida y la muerte, pero casi un mes después, abrí los ojos. Aún en estado de mínima conciencia me transportaron en ambulancia al Instituto Guttmann de (Badalona) Barcelona.

Tardé aproximadamente un año en pasar por los 8 niveles de recuperación de la cognición descritos en el protocolo del «Rancho de los Amigos». Sufrí daños cerebrales considerados como permanentes y que afectaron a mis habilidades físicas, mentales y del habla.

Me costó otro año más, superar diversos obstáculos inesperados. Tuve problemas de sueño muy serios, en los que no conseguía dormir y cuando lo lograba (gracias a la medicación) hacía apneas sin darme cuenta. Aquello me causó una depresión profunda con antojos de suicidio. Durante más de ocho años he estado trabajando para mejorar y con mucho esfuerzo y la ayuda de mi familia lo estoy consiguiendo.

El diagnostico fue severo: traumatismo craneoencefálico grave con fisura en base de craneo, fractura mandibular y multiples lesiones faciales. Debo mi vida a la actuación rápida y eficaz del equipo médico del circuito. Fui transportado en un helicóptero-ambulancia a Zaragoza, a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Estaba en coma profundo (nivel Glasgow 3, el más severo de la escala), tenía además un fuerte golpe en el tórax y temían por el estado de mis pulmones.

Me aseguran que estaba entre la vida y la muerte, pero casi un mes después, abrí los ojos. Aún en estado de mínima conciencia me transportaron en ambulancia al Instituto Guttmann de (Badalona) Barcelona.

Tardé aproximadamente un año en pasar por los 8 niveles de recuperación de la cognición descritos en el protocolo del «Rancho de los Amigos». Sufrí daños cerebrales considerados como permanentes y que afectaron a mis habilidades físicas, mentales y del habla.

El diagnostico fue severo: traumatismo craneoencefálico grave con fisura en base de craneo, fractura mandibular y multiples lesiones faciales. Debo mi vida a la actuación rápida y eficaz del equipo médico del circuito. Fui transportado en un helicóptero-ambulancia a Zaragoza, a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Estaba en coma profundo (nivel Glasgow 3, el más severo de la escala), tenía además un fuerte golpe en el tórax y temían por el estado de mis pulmones.

Me aseguran que estaba entre la vida y la muerte, pero casi un mes después, abrí los ojos. Aún en estado de mínima conciencia me transportaron en ambulancia al Instituto Guttmann de (Badalona) Barcelona.

Tardé aproximadamente un año en pasar por los 8 niveles de recuperación de la cognición descritos en el protocolo del «Rancho de los Amigos». Sufrí daños cerebrales considerados como permanentes y que afectaron a mis habilidades físicas, mentales y del habla.

Una de las historías de resiliencia que más me ha inspirado fue la de D. Anthony Evans (ver video).
Recuerdo que al ver esto me quedé pensando en la fuerza de voluntad de Anthony y en que no se había rendido ante esta enfermedad tan grave. Tampoco se quejaba, porque entendía que sus quejas no cambiarían nada. Ante el dolor y las operaciones constantes mantuvo las manos en guardia, no paró, y siguió activo.

Con el ejemplo de Anthony rondando en mi mente, me animé a moverme. Al principio, me propuse metas pequeñas: controlar mis enfados, pasar de la silla de ruedas al andador, hacer ejercicios cortos para mejorar el equilibrio, pedir algo en una cafetería. Luego, logré salir solo de casa con el andador y realizar rutas más largas. Cada vez que supero un desafío, me planteo otro, aún más difícil.

Historias de resiliencia

VER

Lucas de Ulacia

Superviviente desde 2019
VER

Lucio López

Superviviente desde 2021
VER

Principio de 90/10

Lidiar con problemas
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
·
PRENSA GENERALISTA
Kenny en La VanguardiaKenny en El Mundo
Kenny en El PeriodicoKenny en El Pais
No items found.